El Borussia Dortmund volvió a
alzarse un año más con la supercopa alemana, y además lo hizo con total
merecimiento. Pero el tema principal de este artículo no consiste en alabar y
ensalzar el partido de los de Klopp, eso fue más que evidente. Lo que merece
toda mi atención es la paupérrima imagen ofrecida por el Bayern Múnich.
No existen excusas para el descalabro del Bayern, pues ambos equipos contaban con numerosas ausencias, entre ellos
Weidenfeller, Hummels, Götze, Lahm y Schwensteiger, todos ellos recientes
campeones del mundo. Me atrevería a decir que tampoco las hubiera habido de
contar con dichos jugadores para este enfrentamiento ya que el verdadero motivo va mas alla de las ausencias.
El conjunto de Klopp exhibió mejor
juego en gran parte del partido y fue demasiado para un Bayern desdibujado y tremendamente
frágil. Nada cambió con la salida de
Götze o Phillip Lahm y esto fue debido a que como adelantaba mas arriba, el problema del Bayern no fueron
las ausencias, sino el estatismo en todas sus líneas y la poca claridad de juego en la mayoría de las acciones.
Estos problemas me recuerdan
a los que padecía el Barcelona en la etapa Martino y también a los vistos en el
ocaso de la era Guardiola, también en can Barça. A continuación te mostramos las
principales claves de la derrota del Bayern Munich y te anticipamos que las
ausencias no están en la parte alta.
- Se volvió a ver a un equipo claro dominador del balón pero carente de la imaginación suficiente para inquietar al rival. Guardiola volvió a apostar por su futbol de toque, pero no parece aceptar que sin las piezas adecuadas su concepto futbolístico hace aguas.
- Fue un equipo muy dependiente de sus figuras y precisamente eso le dista mucho para considerarse un equipo en sentido estricto. El Dortmund en cambio jugó sin complejos y con una frescura más propia de un equipo en plena competición liguera.
- Los errores defensivos fueron constantes a la par que infantiles y los delanteros tenían que hacer la guerra por su cuenta ante el escaso abastecimiento de los centrocampistas.
- Si en algo puede escudarse Guardiola para justificar la derrota es en las ausencias de Thiago Alcántara por lesión y Toni Kroos, ya en el Real Madrid. Sin alguno de ellos en el campo, el Bayern no tiene timonel que dirija el barco.
- Sobre todo se vio a un técnico sin ideas, incapaz de alentar y dirigir a los suyos. No supo revertir la situación ni dando entrada a jugadores titulares de sobrada calidad y experiencia.
En definitiva, amargo inicio para
el Bayern, que un año más vuelve a comenzar perdiendo el primer título
de la temporada. Para Guardiola aún queda mucho por mejorar. Cuando las
ausencias no sean el problema y las excusas escaseen comenzaran sus verdaderos
problemas.
Riddler
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