Nacido en la localidad valenciana de Rafelbuñol, Francisco
José Camarasa pasó toda su trayectoria deportiva vistiendo los colores del equipo
de sus amores, el Valencia C.F. 12 intensos años le mantuvieron en comunión con
el equipo Ché en la primera división, para más tarde acabar su carrera
deportiva en el filial valencianista. Con la selección española disputó 14 partidos y el mundial de Estados Unidos en el año 1994.
En el campo, ocupaba la demarcación
de defensa
central y entre sus mayores virtudes se encontraban la excelente conducción
del balón y un don de la ubicuidad magistral que le permitía no solo
interceptar jugadas de ataque sino además iniciar el mismo con bastante
criterio. Su gran carácter le dotaba de don de mando para organizar la defensa.
Sin embargo, no solía prodigarse mucho en el área rival, por lo que a menudo cedía
el balón a los hombres creativos del mediocampo para que ellos prosiguieran la ofensiva. De hecho en toda su vida deportiva, solo fue capaz de anotar 7 goles
como profesional. Pero como cada cual conoce sus fortalezas, Camarasa era muy buen
conocedor de las suyas y las ponía en práctica eficazmente.
Antes de consagrarse como un referente para el Valencia, habría
que echar la vista atrás para remontarnos a sus inicios. Su carrera pudo
truncarse demasiado pronto, debido a una grave lesión en la que se fracturó la tibia. Por
ese entonces tenía 17 primaveras y jugaba para el juvenil del club ché. Por fortuna para él y nosotros, su carrera
pudo seguir adelante, hasta formar parte del primer equipo en la temporada
1987/88, aunque solo de manera aislada y sin mucho protagonismo. Tuvo que
esperar a la campaña 90/91, para convertirse en un hombre fuerte de la
defensa, puesto que no abandonaría en las 7 temporadas siguientes.
Pero como todo futbolista, las lesiones acechan en cualquier momento, y su momento llegó en la 96/97, donde vivió un verdadero carrusel de lesiones cuyas secuelas le acompañarían el resto de su carrera. Cuando se encontraba cerca de salir del túnel, se topó con Claudio Ranieri, un entrenador que no le puso nada fácil la tarea de recuperar la capitanía. De hecho acabaría siendo relegado por jóvenes del filial.
Con Hector Cuper su situación se agravó aun más, siendo
desterrado al equipo filial por unas desafortunadas declaraciones en las que
cuestionaba el cometido de su técnico. Pese a todos los obstáculos y sinsabores
que tuvo que afrontar, fue portagonista en el título de Copa del Rey de la
98/99, al alzar el título junto a Gaizka Mendieta. Aunque su actuación no había
sido importante, sus compañeros creyeron oportuno cederle el honor de levantar
el trofeo.
Tras su paso por el filial, Camarasa colgó las botas y se
formó como entrenador. Hace uns años estuvo acompañando a Sergio Ventosa en la dirección técnica
del Valencia Mestalla, en la actualidad, presente en el grupo III de la 2ª División B.
Riddler
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