Como la mayoría sabréis ya, el
pasado agosto, el jugador galo del Bayern Munich anunció su
retirada de la selección francesa a los 31 años de edad. A mi particularmente
me sorprende la decisión de un futbolista aun con fútbol en sus botas, por lo
que su prematura retirada de los “bleus” me suscita más de una duda. El ha
alegado que se retira por su familia, pero habiendo una Eurocopa a dos años
vista y que para más inri se juega en terreno francés, me soprende la falta de
hambre de un “tio” como Franck. Después
esta el caso de Phillip lahm, que también ha comunicado a Joachim Löw que no vestirá
más la camiseta de su selección. Su caso es algo más llamativo, pues solo tiene
30 años. No es que sea un chaval, pero un futbolista de primer nivel como él, a
priori debería rendir 2 o 3 años más con garantías.
En cualquier caso, está claro que
la decisión es de ellos. ¿O no? Me hago esta pregunta porque detrás de todos estos
movimientos, detrás de las retiradas de Lahm y Ribery podría estar la mano nada
inocente de Karl-Heinz Rummenigge. El presidente del Bayern podría haber "forzado" la retirada de la selección a estos dos jugadores, para así
librarlos de la carga de partidos que supone la clasificación para la próxima
Eurocopa. Sería sin duda el antídoto perfecto para combatir el virus FIFA.
Suposiciones aparte, esto ha encendido a Michel
Platini, que ha amenazado públicamente al jugador galo con suspenderlo durante
3 partidos con el equipo alemán. Todo ello aferrándose a los estatutos de la
FIFA con bastante behemencia. No es que Platini sea santo de mi devoción, pero puedo llegar a entender
que desconfíe de la decisión de su compatriota. Sin embargo, considero que no
hay estatutos que valgan. No se puede obligar a un jugador a que juegue con su
selección, y si corre el riesgo de ser suspendido tres partidos no creo que eso
preocupe en exceso a Ribery. No obstante el más beneficiado de esta “laguna
legal” es sin duda el Bayern Munich, que tendrá a su entera disposición a dos
jugadores de primer nivel y aun con fútbol que desplegar. Me parece que por
mucho que patalee Platini, sus amenazas no van a conseguir nada.
Riddler
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