Tras los octavos de final

Acabaron los octavos de final del Mundial de Brasil 2014, en el que la igualdad ha sido la máxima en la mayoría de los partidos, y en los que el arbitraje no ha mejorado mucho lo visto anteriormente en la fase de grupos. Desgranamos los aspectos más destacados.

Igualdad: ha sido la máxima en 7 de los 8 partidos. Solo Colombia ha sido capaz de ganar de manera fluída su encuentro de octavos de final ante Uruguay. Tal ha sido este equilibrio de fuerzas que 5 partidos se han decidido en la prórroga mientras 3 han llegado, incluso, a los penalties. Francia y Holanda no necesitaron del tiempo extra para clasificarse, pero sufrieron para vencer sus envites ante México y Nigeria respectivamente. 

Recital arbitral: fueron los protagonistas en la fase de grupos y en los octavos de final no han sido menos, sino que han continuado siendo el centro de atención en muchos encuentros. Los errores más clamorosos en estos octavos de final han sido dos: 

• la roja que merecía Matuidi por su agresión, puesto que a su acción no se le puede llamar ir a luchar por un balón; 

• el penalti señalado sobre Robben en el partido ante México, en el cuál el jugador holandés dio un salto como si lo hubieran matado. 

¿Injustas clasificaciones? Hasta el momento la tónica mundialista indica que los equipos que mejor juegan no tienen la suficiente definición o suerte para ganar a otros conjuntos más prácticos en el terreno de juego. Lo interesante para ellos es que, a pesar de ello, han conseguido darse a conocer en el panorama internacional, dejando de ser una sorpresa o revelación para torneos venideros. 

Lucha por continentes: finalmente esta se ha equilibrado, pues muchos de los americanos se han eliminado jugando entre ellos y los europeos han logrado alcanzar los cuartos de final de la competición. Ahora permanecen 3 conjuntos sudamericanos, 4 europeos y 1 centroamericano. Los dos africanos han perecido en octavos de final, aunque Argelia y Nigeria se van dejando buen sabor de boca.