Fue un jugador producto de la conocida
cantera futbolística de Mareo, una auténtica mina de oro que tantos grandes jugadores
ha ofrecido a nuestro fútbol. Antes de saborear la primera división, se inició en este deporte de la
mano del Zamora, para más adelante entrar en las categorías inferiores del Sporting. Allí se formó hasta esperar la llamada del primer equipo gijonés en el año 1987. En su primera temporada con el
equipo asturiano se convirtió muy pronto en un elemento de referencia en el
inicio de los partidos. Sin embargo, su carrera alcanzó sus mejores resultados con
el C.D
Tenerife, donde fue un jugador importante hasta tal punto, que llamó la
atención del seleccionador nacional, que le dio la oportunidad de disputar el
mundial de Estados Unidos en 1994. El equipo canario le deparó sus mejores años como profesional a la par que coincidió con
la consolidación del equipo en la categoría, así como en Europa, llegando
a participar en dos ediciones de la UEFA.
Durante toda su carrera jugó en la posición de
interior izquierdo, y si bien no era un goleador destacado (42 goles en 348
partidos) si era una pieza de gran valor en cuanto a las asistencias y la creación
de juego, lo que le confería un rol importante en la estructura del once
inicial.
En la temporada 92 – 93, el
equipo tinerfeño alcanzó su mejor puesto en la categoría, quinta posición. Ese
mismo año, conseguiría alcanzar las semifinales de la Copa del Rey, pero cayó
derrotado ante el Celta de Vigo. Los exitosos resultados cosechados en la competición
nacional, se extendieron a Europa donde fue protagonista de las dos
experiencias europeas del equipo chicharrero. En la primera de ellas (de la
mano de Jorge Valdano), sería apeado de la competición por la Juventus
de Turin, dejando no obstante una buena imagen. La segunda incursión en
Europa fue mucho más fructifica. Esta vez sería Jupp Heyckens el que comandaría
la nave tinerfeña y no solo igualó los éxitos de Valdano en liga, sino que
llevaría al equipo a las semifinales de la UEFA, cayendo en la prórroga ante el
Schalke
04, a la postre campeón de la competición. Fueron años gloriosos para Felipe.
Rodeado de jugadores carismáticos como Pizzi, Redondo, Chemo del Solar o Juanele,
Felipe protagonizó una etapa dorada; un espejo en el que las nuevas
generaciones del Tenerife deberían reflejarse.
Después de su retirada de los campos en 1999, el bravo jugador leonés inició su carrera como entrenador. El Tenerife le dio la oportunidad de comenzar su experiencia en los banquillos, pero la aventura solo duró una campaña. Tras un descanso de 2 años, volvería a la carga con El Hércules teniendo suerte semejante. Durante los años siguientes entrenó al Salamanca, Alicante y Lleida. Sin embargo, su escasa suerte en los banquillos le ha relegado a la dirección deportiva del Rayo Vallecano, puesto para el que se requiere un buen conocimiento de las características individuales de los principales jugadores del mercado. Muy contentos han de estar con él en el equipo vallecano, pues lleva en el puesto desde 2010, dando buenos resultados.
Riddler
No hay comentarios:
Publicar un comentario