Tras la marcha de Mario Götze al eterno rival, muchos
pensaban que el proyecto triunfador de Jürgen Klopp se iba a desvanecer y que
todas sus grandes figuras abandonarían el club a final de temporada. Sin
embargo, el equipo de Dortmund ha hecho unas adquisiciones interesantes que
parecen haber revitalizado al equipo.
Uno de esos jugadores, proviene del Shaktar Donetsk
ucraniano y es Henrikh Mkhitaryan. Su tarjeta de visita es su palmarés; siete
títulos en los últimos ocho años con el FC Pjunik Ereván (2006 a 2009) y tres
con el Shaktar Donetsk (2011-2013). Esto sumado a su juventud (24 años), pedia
a gritos una oportunidad en un equipo con serias aspiraciones europeas de la
talla del Borussia.
El internacional por Armenia ha recibido el premio a
futbolista del año en su país y pese a ser centrocampista, no carece de olfato
de gol, llegando a anotar 25 goles en 29 partidos disputados.
Es un jugador inteligente, con o sin balón, lo que le
permite comenzar jugadas de ataque a gran velocidad y cortar el juego cuando
sea preciso.
En el inicio liguero, Mkhitaryan está demostrando que no le
está costando aclimatarse a la dureza de la liga alemana y es en parte, gran
responsable del buen inicio de sus compañeros. Su reciente doblete frente al
Eintracht de Frankfurt, lo convierte en alternativa a Reus y Lewandoski en la
parcela atacante.
Es el fichaje más caro de la historia del equipo bávaro
hasta la fecha, pero su humildad lo apremia. En recientes declaraciones
advierte que viene a sumar y pretende transformar cada moneda que han pagado
por el en compromiso y esfuerzo.
Por el momento le auguro un buen futuro al joven armenio y
que contribuya a aumentar el nivel de la bundesliga esta temporada.
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