Ayer el Atlético de Madrid consiguió conquistar el Santiago Bernabeu en partido de liga catorce años después de la victoria por 1-3 en el año 1999. Y ya es la segunda vez que consigue derribar el feudo madridista en los últimos tres meses, ya que la última ocasión que jugaron como visitantes en el estadio del Real Madrid consiguieron llevarse para Neptuno la Copa del Rey tras ganar en la prórroga una intentísima final.
Fue ahí cuando el Atlético, entrenado por el "Cholo" Simeone, perdió su miedo a jugar frente a su eterno rival y empezó a confiar en que se podía ganar en territorio comanche. Muchos años atrás, los atléticos llegaban siempre confiados a los derbis, pues su estado de forma y sus rachas eran mejores que la de los merengues, pero al disputar los partidos se derrumbaban. No tenían confianza ni fé en poder lograr la victoria, y a falta de psicología siempre se ahogaban en la orilla. Básicamente el Atlético nunca tuvo el temple ni la calidad suficiente para poder vencer al Real Madrid.
Pero ahora la historia ha cambiado. Puede que fugazmente o puede que se convierta en algo habitual, pero el equipo de orillas del Manzanares ya no está por debajo del equipo de la Castellana, sino que se encuentran igualados o un punto por encima. Y la persona que lo ha logrado ha sido el "Cholo", que ha conseguido formar un equipo compacto, con una idea de juego clara y que afronta cada partido importante con una seguridad digna de cualquier grande. Desde que llegó Simeone, cuenta sus finales por victorias, y todos los títulos que ha disputado, a excepción de la Supercopa de España de este año (que también pudo vencer), los ha ganado.
El partido de ayer, además de todo lo anterior, que ya es mucho, nos dejó a un Real Madrid que navega sin rumbo fijo por la temporada actual, sobre todo después de esta semana en la que ha podido perder más puntos de los que finalmente se ha dejado por el camino. Han pasado siete partidos de liga y uno de Champions League y el Real Madrid no ha mejorada nada respecto al año pasado. Solo Isco podría considerarse un fichaje acertado, pues ha sido el más destacado desde que comenzó la temporada, mientras que Carvajal, Illarramendi y Bale aún están cayendo en este proyecto millonario.
Ayer el Atlético supo cortocircuitar a un equipo, el madridista, que no está confeccionado para dominar partidos, sino para ganarlos agazapado a la contra, dada la velocidad de los jugadores que tiene en ataque. Cuando deben gobernar un partido y controlar el juego, los merengues desaparecen, sobre todo si el equipo rival está muy bien plantado tácticamente sobre el cesped. En el derbi, en ningún momento se vio peligro del Real Madrid, sino más bien lo contrario. El Atlético tuvo el partido controlado en todo momento, y pudieron ganar por una diferencia superior a la que muestra el marcador.
Del lado merengue, quedan muchas dudas, ya que es la segunda bala que pierde Ancelotti de su crédito entre el aficionado madridista. Segundo partido seguido muy malo que juegan, con el agravante de que este ha supuesto una derrota frente al eterno rival. Aún no se sabe a que juegan, y el técnico italiano tiene mucho trabajo por delante si quiere comerse el turrón en la capital española. No han sabido quedarse con el delantero idóneo, ya que Benzema claramente sigue sin ser un jugador apto para vestir la camiseta del Real Madrid, ya que por cada partido bueno hace diez malos, y eso no se permite en un equipo como este. Por otra parte, conjuntar a tanta estrella cuesta, y solo Del Bosque ha sido capaz de lograrlo. Ya hay pitos en el Bernabeu, veamos que ocurre con Carlo.
Por parte de los atléticos, más contentos no pueden estar. Llevan siete de siete en liga, han ganado su primer partido de Champions. Son un equipo sobrio, capaz de golear al estilo Barcelona y Real Madrid mientras que complica la vida a estos mismos con su más que correcto planteamiento táctico. Diego Costa es pichichi de la liga junto con Messi, Courtois es el portero menos goleado de la liga junto a Valdés, poder comparar a los colchoneros con los culés es prueba más que suficiente para poder comprobar en qué lugar se encuentran. Lo mejor de todo para ellos es que aún pueden mejorar y, con un poco de regularidad, disputarle la liga a Barcelona y Real Madrid. El Atlético de Simeone viene fuerte y para quedarse.
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