A falta de dos jornadas para acabar la Liga BBVA, aún no hay nada decidido en la lucha por el título ni por la salvación. Esto supone una auténtica novedad por la parte alta de la clasificación, pues hacía mucho tiempo que, faltando tan poco para finalizar la temporada, tres equipos estuvieran compitiendo con posibilidades y que, además, existiera un enfrentamiento directo entre ellos (Barcelona vs Atlético de Madrid).
Por todo esto, ha vuelto a ponerse de moda el tema de las primas a terceros, típico tópico a estas alturas de la temporada. Cuando quedan pocas jornadas y los equipos no han sido capaces de hacer sus deberes surge la tentación de pagar a los rivales de los rivales. De esta manera puedes motivar a equipos que enfrentan partidos intranscendentes a que mantengan un nivel de competitividad adecuado a la competición. Pero con las primas también puedes conseguir que haya equipos que jueguen a perder sus partidos, lo cual atenta claramente contra el espíritu del deporte. Igual ocurre con los resultados pactados, en los que no hay primas pero es una modalidad igualmente ilegal.
Desde que existe jurisprudencia al respecto, las primas a terceros han sido ilegales, lo cual no ha servido para desincentivar la práctica. ¿Por qué se consideran ilegales? Si esta se diera por perder, por una derrota, sería amaño de partidos, y sí, sería una vergüenza pero… ¿No existen los salarios variables? ¿No puede dar esta prima un club a otro por hacer bien su trabajo, ganar? ¿No existe ya este incentivo de un mismo club a sus jugadores por hacer bien su trabajo, ganar? ¿Por qué no puede dar estos incentivos otro Club? No existe amaño alguno por ganar, por hacer bien tu trabajo. Sí una motivación extra por ese dinero que puedes percibir, que perfectamente puede ser de tu club o de otro, un dinero que en muchos casos puede servir para que cobres ese salario que la entidad deportiva para la que trabajas te adeuda.
La legalización de las primas sería buena desde diversos puntos de vista. Por una parte, se acabarían los rumores sobre los “maletines”, se podría conocer quién paga a quién y los motivos para primar. Por otra parte, el Estado también tendría su parte del pastel, elaborando una legislación para tal caso. Desde el otro bando, se puede considerar que primar a otro club es algo inmoral, de tal forma que se altera la competición. Además, primar supone un importante desembolso económico, de tal forma que solo los clubes más ricos serán aquellos que podrán incentivar a otros equipos a conseguir la victoria. Desde este blog consideramos que incentivar a otro equipo a conseguir la victoria es algo tácito y moral, si bien incentivar a la derrota o amañar los partidos no lo es. El principal hándicap es que no todos los equipos pueden alcanzar un nivel económico que les permita primar a otro club.
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