El Milán es, si cabe, el rival más complicado al que se
deben enfrentar los culés en esta liguilla, y muestra de ello ha sido el
resultado reflejado en el electrónico del estadio milanés al final del
encuentro. Puede ser que la edad media del equipo sea elevada, pero tienen
tanta calidad y relativos aires de juventud, que nunca se les puede descartar,
pues siempre pueden aparecer, aunque sea fugazmente. Birsa, Andrea Poli,
Ballotelli y Emanuelson conforman la “juventud” en el equipo rojinegro, que
acompañada de la indiscutible calidad de los exmadridistas Robinho y Kaká (si,
ese chico que no se sabía que andaba haciendo por Madrid, pero que según
algunos entendidos ha recuperado su fútbol en el equipo que le vio triunfar en
Europa y el mundo), pueden destrozar cualquier defensa rival en cuanto juegan
de manera armoniosa.
Y más sencillo lo tendrán cuando se enfrenten a un conjunto,
el azulgrana, que prácticamente hizo un pasillo hacia la meta de Valdés a los
atacantes rossoneri. La vuelta del “jefecito” no ha sido para nada la mejor, y
ha provocado que en la defensa blaugrana vuelvan a aparecer los fantasmas en
los días previos al Clásico. Del estado de forma de Piqué se habla desde hace
bastante tiempo, mientras que los errores de Mascherano siempre se han
producido, pero siempre han podido ser tapados de una manera u otra. Pero en
los últimos tiempos estos se han incrementado, y cuando perjudican al equipo ya
es prácticamente imposible esconder las carencias del argentino como defensa
central. Como bien ha mencionado esta misma noche tras el partido “Lamentablemente
el gol es por un error mío y ya son varios. No se pueden cometer estos errores.
No hay excusa”.
En las últimas
semanas, en las que no ha estado disponible Mascherano, el Barcelona ha jugado,
después de mucho tiempo (es muy difícil de recordar), con dos centrales puros,
tal y como debe ocurrir en cualquier conjunto. Las bajas de Puyol y el
argentino permitían que pudiéramos ver una defensa sólida, en la que los
jugadores actuaban en sus posiciones naturales. Si tienes una zaga que funciona
correctamente, y que ha encajado pocos goles y recibido pocas ocasiones, ¿cuál
es el motivo que puede explicar que en uno de los partidos más importantes de
la competición europea, se vuelva a romper en pro de la ilógica? ¿Su
inexperiencia? ¿Darle descanso para jugar el sábado el Clásico? ¿Mantener la
jerarquía en la línea defensiva?
Es verdad que puede
resultar y parecer aprovechado realizar este comentario post-partido tras el
fallo de Mascherano, pero es una idea que me ronda la cabeza desde que Bartra
accedió a la titularidad. La defensa del Barcelona siempre será endeble
mientras no jueguen centrales, sino jugadores transformados a tal posición.
Debe haber algún motivo que desconozco para que vuelva a ser titular, pero
Mascherano no tiene nivel ni cabida en la zaga de un equipo que quiera aspirar
a lograr todos los títulos en la temporada.
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