Hoy el Chelsea venció al Liverpool en la última jornada del año en la Premier League. También ha servido para dar por finalizada una intensísima primera vuelta en la que se atisba una segunda muy disputada para la consecución del título liguero y evitar descender de categoría. Todos los resultados y clasificación de la Premier los puedes consultar en http://elmundoenunbalon.wix.com/inicio#!premier-league/c1ujv
Hace unos días que quería escribir sobre Mou y el Chelsea. Desde que este se fue hasta ahora no ha habido progreso alguno en el fútbol del equipo londinense. Pasaron muchos entrenadores, y quizás podrían pasar muchos más, pero el equipo sigue jugando igual. Defensa férrea y aprovechar las distintas contras que puedan darse a lo largo del encuentro.
Mou vive preso de sus miedos. Su principal objetivo es ganar cueste lo que cueste o no perder; todo depende del partido. Hay días en los que el Chelsea se muestra como un equipo grande, y muchos otros en los que parece un equipo mediocre. Pero también hay partidos en los que parece las dos cosas a la vez. Y ejemplo de esto último fue el encuentro disputado hoy frente al Liverpool.
La primera mitad del Chelsea hoy fue muy buena; fue un equipo netamente superior al de la ciudad de los Beatles. A pesar del gol anotado por los reds en el minuto 3 de partido, fue capaz de sobreponerse y dar la vuelta al electrónico gracias a los goles de Hazard y Eto'o (por cierto, hoy solo puedo comprender la suplencia de Torres por el grueso de partidos que disputan los ingleses estos días).
Sin embargo, la segunda parte fue harina de otro costal. El Liverpool, desaparecido durante los primeros 45 minutos, apareció merced al cambio realizado por Mou en el descanso. Los reds no aparecieron porque quisieran, sino porque el técnico portugués dio un paso atrás sustituyendo a Lampard por Mikel, lo cual daba lugar a un equipo con seis jugadores de corte defensivo y sin un jugador creador de juego en la medular.
Últimamente, cada vez que veo al Chelsea jugar recuerdo la primera época de Mou, todas las eliminatorias frente al Barcelona, la final de la Champions 2012, la de la Europa League 2013... En todas estas ocasiones, salvo en momentos puntuales, el Chelsea siempre ha parecido un equipo inferior, y se ha dedicado a jugar a no perder, a mantener su portería a cero. Objetivo: jugar a la contra. Y muchas veces le sale bien, porque tiene un equipo perfectamente preparado para defender y sabe aprovechar las pocas contras de las que dispone cada partido. Un hecho es que Mou ha conseguido hacer del equipo londinense la perfección defensiva y rematadora. Juegan de tiralíneas y su estilo de juego lo bordan.
Mou: ¿un gran estratega o un hombre antifutbol?
